Beige: un clásico en la decoración
El beige es un color vinculado con la calma, la naturalidad y la cercanía. También puede evocar elegancia, refinamiento y sofisticación. Existen varias formas de denominarlo: castaño claro, blanco roto, crudo, topo, arena... Y presenta un amplio abanico de matices pasando por multitud de tonalidades neutras.
Igual que el blanco, el beige es un básico en la decoración por su neutralidad. La diferencia es que aporta más calidez; por eso es ideal para espacios donde escasea la luz y se requiere un plus de luminosidad.
Su versatilidad lo convierte en un color perfecto para gran diversidad de estilos decorativos y materiales ya que es muy combinable.
Es un color armonioso que puedes usarlo como base para combinarlo con casi toda la gama cromática; siempre dependiendo del estilo que buscas en tu decoración. A continuación, te proponemos algunas armonías de éxito seguro:
- Beige-amarillo combina con tonos suaves de rosa, lila, verde, azul y beige oscuro.
- Beige melocotón empatiza con el rojo, el turquesa y el verde claro.
- Beige anaranjado se armoniza con los colores arena, café castaño y negro.
- Beige oscuro combina bien con tonalidades oscuras de café, el negro y el blanco.
En definitiva, el beige es la mejor opción para crear una decoración armoniosa, natural y acogedora.