Cómo limpiar un rodillo de pintura

Tu trabajo está llegando a su fin y no puedes esperar a ver el resultado final. Sin embargo, no debes apresurarte y olvidar un paso fundamental al final del trabajo: limpiar tus herramientas. Aquí nos centraremos en la limpieza de los rodillos.

Limpiar tu rodillo después de haberlo usado te permite quitar, pero también recuperar la pintura para trabajos futuros.

Limpia bien tu rodillo después de su uso

Para una mayor durabilidad de tus herramientas, debes prestar especial atención a tu rodillo después de su uso. Dependiendo de la pintura que se utilice, base agua o disolvente, la limpieza no es la misma. Estos son los diferentes pasos a seguir para limpiar eficazmente tu rodillo de pintura:

  1. Si tu rodillo está cargado de pintura, puedes obtener la mayor cantidad de pintura posible: raspa tu rodillo sobre el envase con el lado romo de un cuchillo de pintor o con una espátula pequeña.
  2. Una vez que tu rodillo esté descargado de pintura, retíralo de su mango y tendrás dos soluciones disponibles: si aplicaste una pintura base agua, llena un cubo de agua con jabón y empapa bien el rodillo; si usaste una pintura disolvente, llena tu cubo con un disolvente universal.
  3. Deja reposar y repite la operación hasta que tu rodillo no tenga más pintura.
  4. Luego, coge tu rodillo nuevamente y deja correr agua tibia para limpiarlo por última vez. Ten en cuenta que el agua de limpieza que contiene la pintura diluida debe considerarse como un residuo doméstico, que debe eliminarse a través del centro de recogida de residuos de tu comunidad local. Y en el caso del recipiente con el disolvente de limpieza se debe llevar al punto limpio o de recogida de residuos contaminantes.
  5. Una vez limpiado correctamente, gíralo vigorosamente hacia arriba y hacia abajo contra una pared exterior: el objetivo es restaurarlo a su forma original.
  6. Finalmente, déjalo secar tranquilamente.

Además del tipo de pintura,  la limpieza del rodillo también se diferencia según la naturaleza de las cerdas y el uso que se hace de él.

Según el material de las cerdas del rodillo

Los rodillos de pintura pueden estar fabricados con diferentes tipos de fibras, y cada una requiere un método de limpieza específico:

Rodillos de fibra sintética (poliéster, nylon, poliamida, etc.)
Son los más comunes y se utilizan con pinturas base agua o sintéticas. Se pueden limpiar fácilmente con agua y jabón si se han usado con pinturas al agua. Si se han empleado con esmaltes o pinturas sintéticas, requieren disolventes específicos.

Rodillos de fibra natural (lana, mohair, pelo de cordero, etc.)
Absorben más pintura y proporcionan un acabado uniforme. Son más delicados y deben limpiarse con cuidado para evitar que las fibras se apelmacen. No se recomienda dejarlos en remojo por mucho tiempo, ya que pueden deformarse.

Rodillos de espuma
Usados principalmente para esmaltes y barnices. Se limpian según el tipo de pintura: agua y jabón para base acuosa, disolvente para pinturas al aceite. Son más propensos a deteriorarse, por lo que hay que secarlos bien tras la limpieza.

Según el uso que se hace del rodillo

La frecuencia y el tipo de aplicación afectan la limpieza y el mantenimiento del rodillo:

Rodillos para uso ocasional: si pintas de forma esporádica, es esencial limpiarlo bien después de cada uso para evitar que la pintura se seque y lo inutilice. Esta es la opción más común si lo hacemos de forma autodidacta.

Rodillos para uso frecuente: los pintores profesionales pueden optar por almacenar los rodillos sin limpiarlos completamente cuando los usarán al día siguiente, envolviéndolos en plástico o en papel de aluminio para evitar que se sequen. Sin embargo, al final del trabajo deben limpiarse a fondo.

Rodillos para texturizados o efectos decorativos: también para profesionales. Estos rodillos suelen tener relieves o diseños que acumulan más pintura, por lo que es crucial limpiar cada ranura o textura con agua a presión o un cepillo para evitar que la pintura se endurezca.

 

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